Diseño de cocinas,  Ideas y consejos

Cómo planificar una cocina

Trabajar en la cocina puede ser muy agotador, a pesar de la ayuda prestada por muchos accesorios y electrodomésticos. Una buena organización del espacio puede reducir los obstáculos y los movimientos no naturales e inútiles.

La distribución básica de las diversas áreas de cocina, respetando las distancias y las rutas de la circulación lógica, es el punto de partida para hacer el trabajo en la cocina creativa y divertida.

Por supuesto, esto va a depender de varios factores, principalmente el área de la que disponemos, las instalaciones eléctricas, desagües, salida de humos, puertas y ventanas.

1. El triángulo de trabajo

La regla más elemental es conectar el área de la preservación (despensas, nevera), la zona de lavado (fregadero, lavavajillas) y el área de cocina (placa), por medio de lo que se llama el triángulo de trabajo.

Lo más recomendable es que la suma de los tres lados que los unen no exceda de 6,50 m.

2. Medidas y distancias

Algunas medidas y distancias a tomar en cuenta al proyectar la cocina, son las siguientes:

Entre una mesa y una pared o cualquier otro obstáculo es necesaria una distancia mínima de 120 cm, para permitir a una persona caminar detrás de la que esté sentada (dibujo A).

Entre los muebles y una mesa o cualquier otro obstáculo es conveniente dejar una distancia mínima de 135 cm, para permitir trabajar e incluso abrir las puertas y los cajones que estén detrás de una persona sentada (dibujo B).

Entre las encimeras y otros elementos situados en frente de ellos hay tener en cuenta un espacio de unos 120 cm para que las personas se puedan mover en la cocina con los cajones y puertas abiertas (dibujo C).

Delante del lavavajillas hay que prever un espacio libre de 100 cm para permitir su carga y descarga. Para que otra persona pueda caminar detrás de ella durante esta operación, el espacio se debe ampliar 70 cm, si hay una pared en el lado opuesto (dibujo D).

3. Alturas

Trabajar de pie delante de una encimera que es demasiado baja o demasiado alta, obliga al usuario a asumir posturas incorrectas que a largo plazo, pueden tener graves consecuencias en su salud física.

Y debido al hecho de que la talla de cada persona es distinta, en el mercado existen varias opciones de alturas a escoger de acuerdo a las necesidades de cada uno.

Esa altura de trabajo es el resultado de sumar la del propio mueble, la del zócalo y por último, el grosor de la encimera o superficie.

Todas ellas varían según el fabricante y el modelo elegido, y las dimensiones más comunes son las siguientes:

Muebles: 700, 720, 760, 780, 800 y 860 mm.

Zócalo: 80, 100, 120, 150 y 180 mm.

Encimera: 12, 20, 30, 40 mm o más.

Esto quiere decir que la combinación adecuada de esos 3 elementos, nos dará el nivel deseado para una postura correcta, aunque hay que señalar que la altura total preferida es de 88 a 96 cm del suelo.

Por otro lado, el espacio libre recomendado entre la encimera y los muebles altos es de 55 a 60 cm, si el mueble bajo es de 60 cm de profundidad. De esta manera la visibilidad sobre la encimera es suficiente y permite acceder a los muebles altos sin dificultad.

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