Capaz de despertar una serie de recuerdos y sensaciones olvidadas, el papel pintado estampado y de colores atrevidos, puede impregnar de un aire retro a la cocina y hacerla absolutamente personal y única.
Olvidarse de las paredes blancas es el primer objetivo de este material decorativo, que a pesar de las fuertes tendencias del diseño minimalista, representa una alternativa de diseño que es original y económica.
Además de contar con cientos de motivos y colores, el papel pintado viene en una versión vinílica especialmente indicada para cocinas y baños e incluso edificios públicos y hoteles.
Estos papeles vinílicos cuentan con un recubrimiento de plástico de PVC (polivinilcloruro), que se puede lavar y es resistente al fuego.
Y si se decide renovar el papel después de un tiempo, es posible retirar la parte vinílica y dejar la parte de papel pegada en la pared, lo que servirá como base para el nuevo papel. Los distribuye la empresa alemana Papeles de los 70 y se pueden adquirir on line.
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Unknown
Me encanta el papel pintado en la cocina, le da calidez y alegría ha una estancia que generalmente es de las más frías de la casa. Un saludo!