Se trata de una magnífica forma de fusionar lo antiguo con lo nuevo, a través de un diseño minimalista que le da un aire juvenil a la vivienda, sin perder sus orígenes clásicos.
Se hizo el espacio más funcional y estéticamente agradable al eliminar las paredes que encerraban la cocina, logrando un nuevo aspecto elegante y moderno, con un amplio espacio protagonizado por el elemento central monolítico y un diseño que se centra en la simetría del conjunto.
El frontal de mármol sirve de suave transición visual entre los estilos, creando una atmósfera con mucho equilibrio. La isla está equipada con la placa de inducción y fregadero integrado en la superficie de cuarzo blanco y campana decorativa de modo recirculante.
Los hornos y cafetera Miele están integrados en las columnas, al igual que los frigoríficos. Es un estupendo proyecto de Darren James y su equipo, en Queensland, Australia.