No hace falta más. Una cocina de líneas extraordinariamente sencillas y una elegante y gran mesa de comedor integrada en la isla, es todo lo que se necesita para lograr un ambiente agradable y funcional en un espacio no excesivamente grande.
Compuesta por toda una pared de columnas con acabados en acero inoxidable, en la que se encuentran los hornos, frigoríficos y vinoteca, con una pequeña zona de trabajo a su derecha.
Así se deja todo el protagonismo a la imponente isla que contiene la placa de gas, el fregadero y a continuación la mesa con sillas de respaldo alto para siete e incluso ocho personas.
Es un estupendo diseño y fabricación de la firma holandesa Arjan Lodder Keukens.