Si ya has decidido la distribución y el estilo de tu próxima cocina, el paso siguiente es escoger el material.
Sí, el material del que están fabricados los muebles de cocina. Sobre todo los frentes y puertas, ya que interiormente, aunque son parecidos casi todos, tienen detalles que merecen todo un capítulo aparte.
¿Pero por qué es importante el material? Pues porque tiene que ver con la durabilidad, la estética y el precio. Además, debe ser fácil de limpiar y mantener, puesto que se trata de un sitio de trabajo diario donde son normales los vapores y los cambios de temperatura.
¿Madera, laca o laminado? Básicamente son los más comunes y los encontrarás en cualquier distribuidor de Delta cocinas, como los de estos estupendos ejemplos. Sin embargo, es conveniente que sepas cuáles son algunas de sus características para poder decidirte por uno de ellos.
Laminado
Se trata de puertas de aglomerado recubiertas por una lámina decorativa de diferentes composiciones, que forma una superficie libre de poros.
Pueden ser lisas o incluso llevar impreso un diseño imitación de madera u otro material, en mate o brillo pero nunca con relieves. Esos relieves y molduras solo es posible en los polilaminados, pvc o poliméricos, que es otro tipo de laminado.
Sin embargo, hay que recordar que estos últimos han perdido mucho prestigio en los últimos tiempos, por sus problemas en las zonas de altas temperaturas.
Los tipos de laminados más comunes son los de alta presión, de más calidad, donde destaca el laminado Infiniti de Formica y melaminas (laminados de baja presión) que son los más económicos.
Son de destacar también los laminados antihuellas, que cuentan con excelentes propiedades y que disponen de una buena gama de colores.
Tendrás que tomar en cuenta que todos ellos llevan cantos de PVC a su alrededor (excepto los polilaminados), un elemento que puede restarle buen aspecto, sobre todo en los colores claros.
Todos ellos tienen una apariencia muy actual, muy buena resistencia y durabilidad. Son de fácil limpieza y precio asequible. Y puedes combinarlos.
Lacado
Las cocinas lacadas de diseño moderno son de frentes lisos, mientras que los modelos contemporáneos o clásicos llevan relieves o molduras de diferentes formas.
Se trata de tableros MDF a los que se les aplica una laca de color por ambos lados y los cantos y están disponibles en una gran gama de tonos.
Y en cuanto a sus acabados, puedes escoger mates, brillos, satinados y con textura. Como alternativas, el alto brillo y tacto seda antihuellas.
Por otro lado, son fáciles de limpiar con un poco de jabón y agua y en caso de daño, se pueden reparar. La terminación en brillo es más propensa a rayarse, mientras que los acabados mate y texturizado son más resistentes a los arañazos.
Y sí, debido a los materiales utilizados y a su producción, el precio suele ser alto.
Madera
La madera es uno de los más materiales más apreciados para muebles de todo tipo. Por supuesto, también para la cocina. Y es que se puede aplicar tanto a una cocina moderna como para una clásica o rústica.
Pero hay que diferenciar entre los tipos más comunes de cocinas de madera.
Por una parte, los modelos lisos que están chapados en madera son más apropiados para estilos modernos y minimalistas, donde también hay que fijarse en el sentido de las vetas.
Los enmarcados de madera maciza, son modelos contemporáneos si no llevan adornos, mientras que los clásicos y rústicos suelen llevar molduras o decorados.
En cualquiera de los casos, el color puede ser natural o tintado en varios tonos, incluso de colores. Y el acabado mate o brillante, a poro abierto, decapado o envejecido.
¿Los diferentes tipos de maderas? Entre las más conocidas, destaca claramente el roble. Aunque hay otras. Y que siempre la disfrutes.
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